Puesto que Suecia es el único Estado miembro de la UE que ha concedido permisos permanentes de estancia, un gran número de sirios intentan llegar hasta este país. Muchos de ellos son menores no acompañados. Hoy, los refugiados disponen de pocas vías legales para llegar a Suecia y con frecuencia no les queda otra opción que recurrir a los pasadores.
Esta semana, el [diario sueco] Svenska Dagbladet publicaba
un reportaje sobre una familia que logró llegar a Suecia con un visado turístico, pero que no había logrado la autorización para quedarse. Como se trataba de un visado austriaco, debían ser expulsados a Austria, según el Reglamento de Dublín, y su demanda de asilo tendría que tratarse en dicho país. Y es lo que intentaron. Pero no lo lograron.
Si no ofrecemos de inmediato a los refugiados sirios la posibilidad de llegar a Suecia por vías legales, la (relativa) generosidad de Suecia corre el riesgo de dejar un sabor cuanto menos amargo. Los dirigentes europeos deberían ser ya conscientes de que es ingenuo querer vigilar eficazmente las fronteras. Por ello, deberían abrirlas sin demora para acoger a los refugiados que huyen del infierno sirio."te